La aparición y la rápida adopción de plataformas de código bajo y sin código han provocado un cambio significativo en la industria del desarrollo de software. Estas herramientas permiten a los usuarios con experiencia mínima en codificación crear aplicaciones de forma rápida y eficaz al simplificar el proceso de desarrollo. Para muchos, la llegada de este tipo de herramientas ha cambiado las reglas del juego porque permiten a los desarrolladores disfrutar de un tiempo de comercialización más rápido. Sin embargo, continúan muchos debates sobre su impacto en las prácticas tradicionales de desarrollo. ¿Las plataformas de código bajo y sin código complementan el trabajo de los desarrolladores expertos o podrían, en última instancia, hacer obsoleta la codificación tradicional? ¿Qué son las plataformas low-code y no-code? Atrás quedaron los días en que las empresas necesitaban contratar un gran departamento de TI o desarrolladores para crear una aplicación. El auge de las plataformas low-code y no-code ha abierto el camino para todos los que quieran involucrarse en el desarrollo de aplicaciones, incluso si sus conocimientos son limitados. Desde sitios deportivos que desean una aplicación independiente hasta equipos individuales que desean destacarse entre la multitud, las plataformas de código bajo y sin código están haciendo que el desarrollo de aplicaciones sea accesible para todos. Las plataformas de código bajo ofrecen un entorno de desarrollo que permite a los usuarios crear aplicaciones con una codificación manual mínima. Aún se requiere cierto nivel de conocimiento de codificación, pero herramientas como Mendix y Microsoft PowerApps ayudan a reducir la cantidad de codificación manual necesaria. Bubble y FlutterFlow son sólo dos de las muchas plataformas populares sin código. Estas herramientas están diseñadas pensando en los verdaderos aficionados, lo que permite a los usuarios con poca o ninguna experiencia en codificación crear aplicaciones utilizando lógica y patrones simples y a través de interfaces visuales. ¿Por qué son interesantes? Acelerar el proceso de desarrollo, hacer que el desarrollo de software sea accesible a un público más amplio y reducir los costos son las tres razones principales del atractivo del código bajo y sin código. Un tiempo de comercialización significativamente reducido permite a las empresas responder rápidamente a los cambios del mercado y, al mismo tiempo, reducir la dependencia de desarrolladores especializados. El desarrollo tradicional suele ser un proceso largo que involucra fases de codificación, prueba y depuración. Las plataformas con y sin código ayudan a agilizar estos procesos a través de formularios prediseñados y pruebas automatizadas, lo que reduce el tiempo que lleva llevar una aplicación desde el concepto hasta la implementación. Al utilizar plataformas de código bajo y sin código, el desarrollo de aplicaciones ya no es dominio exclusivo de los desarrolladores profesionales. Cualquiera, incluso aquellos con conocimientos de programación limitados o nulos, puede crear e implementar aplicaciones adaptadas a sus necesidades específicas. Estas plataformas permiten que más personas innoven y resuelvan problemas sin contratar desarrolladores tradicionales. Estos dos puntos clave se traducen en última instancia en ahorros de costos potencialmente grandes para empresas de todos los tamaños. Los desarrolladores experimentados tienen una gran demanda y, como resultado, obtienen compensaciones o salarios significativos. Las plataformas de código bajo y sin código permiten a las empresas crear aplicaciones sin incurrir en costos adicionales, lo que las hace extremadamente populares entre las nuevas empresas y las pequeñas empresas que pueden tener limitaciones financieras estrictas. ¿Están estas plataformas influyendo en el desarrollo general? Las ventajas de las plataformas con y sin código están ahí para que todos las vean. Sin embargo, su creciente popularidad continúa planteando interrogantes sobre su impacto en las prácticas de desarrollo dominantes. La prevalencia de estas plataformas ha llevado a la evolución del papel tradicional del desarrollador. Estos desarrolladores ahora pueden centrarse en aspectos más complejos del desarrollo de software, incluido el diseño de la arquitectura del sistema y la optimización del rendimiento, sin tener que dedicar innumerables horas a tareas repetitivas. Además, existe una demanda creciente de profesionales que puedan trabajar con herramientas de código bajo y sin código, especialmente si pueden integrarlas con la infraestructura de TI existente. Los desarrolladores tradicionales siguen teniendo una gran demanda de proyectos que requieren soluciones más complejas o personalizadas, dos áreas en las que las soluciones con o sin código a menudo se quedan cortas. Lejos de los individuos, varias preocupaciones con respecto a las herramientas de código bajo y sin código continúan surgiendo por encima del parapeto. Por ejemplo, las empresas que crean aplicaciones sin involucrar a un departamento de TI profesional corren el riesgo de crear aplicaciones potencialmente inseguras y no gobernadas. Es posible que estas aplicaciones no cumplan con los protocolos de seguridad, las mejores prácticas o las regulaciones de cumplimiento de su organización. Además, existen preocupaciones sobre la calidad y escalabilidad de las aplicaciones creadas con herramientas de código bajo y sin código. Si bien estas plataformas son excelentes para aplicaciones simples, es poco probable que sean adecuadas para proyectos complejos o de gran escala. Es posible que las empresas aún necesiten contratar programadores expertos para reescribir algunas o todas sus aplicaciones para cumplir con los estándares de nivel empresarial. ¿Qué nos depara el futuro de la codificación? Es muy probable que las plataformas con y sin código se integren cada vez más en el ciclo de desarrollo de software a medida que las plataformas evolucionen y mejoren y la tecnología avance. Probablemente veremos más enfoques híbridos en los que se utilizan herramientas de código bajo junto con la codificación tradicional, lo que permitirá a las empresas acelerar el desarrollo mientras mantienen el control sobre los aspectos más críticos de la aplicación. Los desarrolladores deberían ver las plataformas con y sin código como herramientas complementarias en lugar de verlas como verdaderos reemplazos del desarrollo tradicional. Estas plataformas brillan intensamente en escenarios específicos, como la automatización de flujos de trabajo y la creación de aplicaciones comerciales internas, pero el desarrollo tradicional sigue siendo esencial para proyectos más complejos y de gran escala. Los dos polos opuestos pueden coexistir: la codificación tradicional se utiliza para desafíos más complejos y las plataformas de código bajo o sin código manejan tareas más simples, repetitivas y, a menudo, que requieren mucho tiempo. Conclusión El panorama del desarrollo de software se ha visto remodelado por el auge de las plataformas de código bajo y sin código. Por un lado, estas herramientas ofrecen nuevas oportunidades para usuarios técnicos y no técnicos. Por otro lado, estas plataformas plantean desafíos únicos que las empresas deben considerar y superar, especialmente si un proyecto requiere mayor complejidad o es de mayor escala. Los desarrolladores que puedan aprovechar la eficiencia de las plataformas de código bajo mientras dominan la codificación tradicional seguirán teniendo una gran demanda en el futuro del bosque. Estos desarrolladores deberían ver estas herramientas como parte de su arsenal, utilizándolas para complementar los métodos de desarrollo tradicionales en lugar de verlas como una amenaza.
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