Intel responde a los problemas de estabilidad: garantía ampliada de dos años para las CPU de 13.ª y 14.ª generación

Intel responde a los problemas de estabilidad: garantía ampliada de dos años para las CPU de 13.ª y 14.ª generación

Intel anunció recientemente que ampliará dos años la garantía de sus procesadores de 13.ª y 14.ª generación, también conocidos como «Raptor Lake». Esta decisión se produce tras informes persistentes de problemas de estabilidad que han persistido a pesar de los múltiples intentos de la empresa de solucionar el problema mediante actualizaciones de BIOS y correcciones de microcódigo. Esta acción inesperada pone de relieve los esfuerzos de Intel por recuperar la confianza de sus clientes y garantizar su satisfacción. Los procesadores afectados, vendidos en versiones en caja, ahora tienen un período de garantía ampliado por un total de cinco años. Originalmente el periodo de garantía era de tres años, pero la ampliación por dos años adicionales ofrece a los usuarios una mayor seguridad. Esta medida tiene como objetivo dar a los clientes tiempo suficiente para identificar posibles problemas con sus procesadores y, si es necesario, presentar un reclamo de garantía. Los problemas de estabilidad con los procesadores Raptor Lake de Intel no son nuevos y se remontan a 2022. Los primeros informes de errores llamados «Memoria de video insuficiente» aparecieron unos meses después del lanzamiento al mercado de las CPU de 13.a generación y las GPU RTX 40. En 2023, las quejas aumentaron, especialmente de jugadores que informaron fallas y problemas de rendimiento en títulos AAA como Callisto Protocol y Hogwarts Legacy. Estos problemas afectaron principalmente a los juegos basados ​​en Unreal Engine y fueron causados ​​por el proceso de compilación del sombreador al inicio del juego. En febrero de 2024, una publicación de Sebastián Castellanos llevó el tema al primer plano de la conciencia pública. Este artículo desencadenó una ola de informes en los medios de comunicación que destacaban la magnitud del problema. Rápidamente quedó claro que estos problemas de estabilidad no se limitaban a casos individuales, sino que afectaban a una amplia base de usuarios. En abril de 2024, NVIDIA confirmó que los problemas no estaban relacionados con sus tarjetas gráficas, sino con los procesadores Intel. Esta declaración llevó a Intel a iniciar una investigación en profundidad. La compañía recomendó que los fabricantes de placas base utilicen la configuración predeterminada en el BIOS para mitigar al menos parcialmente el problema. En junio de 2024, Intel descubrió un error en el microcódigo eTVB, pero no fue identificado como la causa de los problemas de estabilidad. Posteriormente se publicaron actualizaciones adicionales del BIOS, pero los problemas persistieron, lo que socavó aún más la confianza de los usuarios. En julio de 2024, YouTubers tecnológicos destacados como Wendell de Level1Techs y Steve Burke de GamersNexus volvieron a centrar la atención en el tema. Discutieron posibles causas, como problemas de oxidación en ciertos lotes de CPU. Estas discusiones aumentaron la presión sobre Intel para encontrar una solución permanente a los problemas. Intel en problemas: demanda colectiva por problemas de estabilidad con CPU de 14.ª y 13.ª generación En un comunicado oficial, Intel dijo que los problemas de estabilidad se debían al aumento del voltaje operativo. A mediados de agosto de 2024 se lanzará una nueva solución de microcódigo para resolver el problema de forma permanente. Sin embargo, la empresa también admitió que no existe una solución para los procesadores que ya están dañados por la oxidación. La decisión de ampliar la garantía es un paso para restablecer la confianza del cliente y disipar sus preocupaciones. Intel se ha asegurado de que cualquier cliente que experimente problemas de estabilidad con los procesadores de 13.ª o 14.ª generación recibirá soporte durante el proceso de intercambio. La garantía extendida se aplica a todas las versiones en caja de estos procesadores, especialmente aquellos con un TDP de 65 W o superior en la lista de piezas afectadas. Los continuos problemas de estabilidad no sólo han sacudido la confianza de los clientes, sino que también han tensado las relaciones con los socios y proveedores de Intel. Algunos de estos socios ya han anunciado su mayor enfoque en los procesadores Ryzen de AMD, lo que podría afectar las cifras de ventas de Intel tanto para los procesadores Raptor Lake actuales como para los próximos modelos «Arrow Lake». Estos acontecimientos podrían tener un impacto a largo plazo en la posición de mercado de Intel. Con el próximo lanzamiento simultáneo de las CPU Zen 5 de gama alta de AMD, será crucial para Intel si la próxima solución de microcódigo finalmente puede solucionar los problemas de estabilidad. Si este no es el caso, la confianza en los procesadores Intel podría ir demasiado lejos y la empresa podría enfrentarse a nuevos retos tanto en términos de ventas como de percepción de la marca. La garantía extendida para los procesadores de 13.a y 14.a generación es una clara señal de que Intel se está tomando en serio las preocupaciones de sus clientes. Sin embargo, esta medida por sí sola no será suficiente para restablecer plenamente la confianza. Queda por ver si futuras actualizaciones resolverán los problemas de estabilidad actuales. La presión sobre Intel para encontrar una solución permanente y recuperar la confianza de sus clientes y socios sigue siendo alta. Fuente: Intel

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