Por Salvador García-Noblejas, Servicios sénior de garantía regulatoria de ComplianceOne Group
La industria del juego tiene sus orígenes en la antigüedad y se encuentran diferentes tipos de juegos en casi todas las culturas y civilizaciones.
En los últimos años hemos sido testigos de una inmensa transformación, claramente impulsada por los avances tecnológicos. Entre estos cambios, los juegos de azar en línea han crecido rápidamente y, con esta nueva realidad no presencial, la regulación y los reguladores también han adoptado nuevas formas de proteger a los jugadores, las empresas y la economía en general. Los reguladores tienen la responsabilidad de establecer el marco de reglas comunes que definan lo que está bien y lo que está mal, los medios para proteger a todas las partes y las herramientas que deben usarse cuando alguien no se comporta como se espera.
Aseguramiento en un mundo de riesgos globales
Sería inexacto suponer que el único objetivo de la garantía regulatoria es garantizar que los operadores operen de manera justa y transparente y cumplan con sus obligaciones legales. Por el contrario, el aseguramiento también incluye ayudar a las empresas a comprender los riesgos involucrados en la industria donde operan, analizar sus fortalezas y debilidades y establecer medidas para mitigar esos riesgos.
El punto de partida de Assurance consiste en una fase de entrevista donde cuestionarios personalizados sirven para conocer mejor la realidad de cada operador y sus circunstancias reales. Una vez que se completa la evaluación de aseguramiento, un plan de acción detallado ayuda al operador a solucionar cualquier brecha identificada, mejorar las políticas y procedimientos y obtener el máximo beneficio financiero al perfeccionar sus procesos, productos y operaciones.
Como parte de la rápida transformación de la industria del juego, con nuevos productos, plataformas, anuncios y expansión del mercado competitivos, no debemos olvidar que también se desarrollan malos actores y prácticas ilegales. Este es el momento de preguntarnos si estamos preparados para afrontar cualquier cosa que pueda perjudicar nuestras operaciones. La forma más eficaz de saberlo es realizando una auditoría exhaustiva de políticas, procedimientos y procesos. Este enfoque ciertamente salvará a los operadores de posibles daños a sus clientes, productos, marcas y finanzas.
Preparación para la auditoría
Los reguladores se centran en la legislación, la supervisión y el cumplimiento. Todas las partes interesadas deben cumplir con las regulaciones del juego si quieren ofrecer productos y servicios o brindar un entorno seguro a sus clientes. Una parte importante del sistema legal del juego es el hecho de que la industria es supervisada continuamente para garantizar que todos los actores cumplan con las reglas establecidas. En este punto, los operadores deben preguntarse qué tan preparados están para mostrar pruebas suficientes de que sus operaciones cumplen con la ley.
Los operadores inteligentes optarán por cumplir con tantas reglas y regulaciones como sea posible para su negocio y se asegurarán de que los registros se mantengan adecuadamente. El liderazgo de la empresa es fundamental para garantizar el cumplimiento, ya que contribuye a la colaboración entre departamentos y a contar con políticas y procedimientos que hagan que el negocio funcione dentro de los parámetros de la legislación.
Lecciones aprendidas
En los últimos años, algunas acciones de aplicación de la ley muy publicitadas, incluidas multas y sanciones, suspensión y revocación de licencias, han alertado a toda la industria del juego. A partir de estos casos, se han incrementado los esfuerzos para revisar los procesos, mejorar los sistemas y hacer crecer los departamentos de cumplimiento.
La experiencia en la industria del juego nos ha enseñado que es crucial tener un conocimiento detallado de las regulaciones que rigen la relación entre operadores y jugadores. Cuando el conocimiento ha sido insuficiente, inexacto o desactualizado, algunas decisiones comerciales han tenido consecuencias no deseadas, a veces catastróficas.
Conocimiento, una sólida cultura de cumplimiento, procedimientos sólidos y voluntad son la fórmula para estar preparado para una auditoría regulatoria.
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